Cuidar tu piel no es un lujo, por eso es recomendable tener una rutina facial que te permita mantenerla siempre limpia y saludable. Todos queremos lucir un rostro terso, limpio de impurezas. Pero eso requiere disciplina y, sobre todo, encontrar la rutina correcta para tu piel.
Cada día, nuestro rostro es expuesto a gran cantidad de suciedad proveniente del ambiente o del maquillaje, que deteriora nuestra piel. Para contrarrestar esos perjudiciales efectos debemos tener nuestro ritual de cuidado, que le devuelva su belleza y lozanía natural.
Beneficios de una buena rutina facial
Cuando cuidas tu piel diariamente, los cambios no se hacen esperar, y luego de un tiempo comenzarás a descubrir los beneficios de tu rutina facial. Se oxigena la piel, el envejecimiento se retrasa, y disminuye la aparición de acné y de puntos negros. Como resultado, lucirás un rostro terso y sin ese aspecto cansado provocado por la acumulación de impurezas.
Sin embargo, ten en cuenta que las necesidades de tu piel no son las mismas en las mañanas que en las noches. Por eso te recomiendo una rutina diferente para ambos momentos del día.
Los 4 pasos que no puedes obviar en tu rutina matutina
Es un procedimiento rápido y sencillo, que puedes hacer en pocos minutos:
1. Lava bien tu rostro
Lo primero que haces cada mañana es lavar tu rostro. Te aconsejo que uses abundante agua, esto ayuda a liberarse de los residuos que se producen durante la noche, mientras la piel se regenera. Luego, lo secas dando toques suaves con la toalla, sin arrastrarla y así la preparas para el tónico.
2. Tonifícalo
Cuando ya tienes la piel limpia, aplicas un tónico facial para eliminar cualquier residuo que haya quedado, causando un efecto astringente sobre los poros. Esto la reafirma, acondicionándola para la hidratación.
3. Hidrátalo
Este es un paso inevitable. No puedes prescindir de la hidratación en ninguna rutina facial. Necesitas para eso productos de calidad, que te proporcionen lo que tu piel necesita de acuerdo a sus características.
4. Protégete del sol
Comienza tu día y tienes mucho por hacer. No olvides protegerte de los dañinos rayos ultravioleta y colócate siempre protector para enfrentar los rigores del sol sin preocupaciones. Aunque al usar una crema hidratante diurna tal vez no lo necesites, ya que muchas de estas cremas contienen factor de protección solar.
Cómo cuidar tu piel antes de dormir
El cuidado nocturno de tu piel es, tal vez, más importante que el matutino. Acá te propongo una rutina para la noche, paso a paso.
1. Desmaquíllate
Aunque no seas fan del maquillaje probablemente uses algún cosmético como compacto, rubor, sombra de ojos o un poco de todos. Si no quitas sus residuos, tu piel lo resentirá. Pero lavarte no basta, necesitas un producto desmaquillante con los componentes idóneos para eliminarlos. Te recomiendo uno a base de aceite o un exfoliante.
2. Tonifica tu piel
Al tonificar, terminas de limpiar y equilibras el pH de tu piel. Además, el tónico facial tiene un efecto calmante, refresca, cierra los poros y humecta la piel, preparándola para la hidratación. Te sugiero uno sin alcohol, que puede ser agua de rosas o uno de romero.
3. Usa una hidratante nocturna
Los requerimientos de la piel no son los mismos al final del día, así que usa crema hidratante nocturna. Te aconsejo aplicar una crema reparadora, masajeando suavemente de manera ascendente. Así, mientras duermes, sus nutrientes penetrarán profundamente. Si deseas, puedes usar antes un serum para optimizar el efecto de tu crema.
4. Cuida tus ojos
Tus ojos exigen atención especial, y para eso requieres una crema para contorno de ojos que proteja esa delicada zona. Las hay con activos descongestionantes (para bolsas), antiedad (para arrugas) y con efecto lifting (para suavizar líneas de expresión). Mi recomendación es que nunca te acuestes con los ojos maquillados.
No todas las pieles son iguales
El cuidado de la piel debe responder a sus necesidades. Por eso, la Academia Estadounidense de Dermatología, nos sugiere identificar esas necesidades antes de aplicar cualquier producto. Debemos identificar si es normal, delicada, grasosa, reseca o mixta, antes de estructurar una rutina facial. Esto evita maltratarla o empeorar alguna condición especial.
Bella por dentro y por fuera
Cuidar la piel es más que limpiarla. Es un ritual para regalarnos tiempo y cariño. Son momentos del día durante los cuales nos esmeramos en compensar los efectos del sol, maquillaje, suciedad ambiental y cansancio en nuestro rostro. Efectos que se extienden a nuestro ánimo y salud.
Por eso, si tienes dudas, solicita asesoría profesional, que te ayude a mantener tu piel hermosa y radiante. Es un tema de salud integral, pues la piel dice más de lo que tú crees, y una piel sana es el reflejo de cómo te sientes.