Uno de los días más especiales de Lucía Páramo fue el de su boda, un momento mágico rodeada de sus familiares y amigos, rememoremos los detalles de este gran enlace.
Si hay algo que a todos encanta es el buen sabor que dejan las bodas, son eventos llenos de mucho romanticismo, está cargado de un compendio de momentos inolvidables para los protagonistas, esta vez toca echar algunos meses atrás para traer los detalles de cómo fue este idílico día de una de las influencers más queridas de España.
Esta multifacética mujer, porque recordemos que se desarrolla como periodista, creadora de contenido, modelo, experta en marketing y consejera de estilismo, le ha tocado vivir uno de los sucesos más significativos de la vida en pareja.
Echemos un vistazo a lo que no viste sobre la boda de Lucía Páramo con Pascu y volvamos a tener otro cuento de hadas imperdible en la web.
Día de la ceremonia y recepción
Eran las 18:00 horas cuando los invitados comenzaban a llegar, un novio nervioso aunque con muestras de felicidad innegable en su rostro, se presentó ante la ermita de Nuestra Señora de la Paz, lugar que han hecho tradición por decisión familiar de todas las ceremonias de sus consanguíneos, llegó escoltado del brazo de una las figuras más importante en su vida, su madre y madrina de boda, dando comienzo a la ceremonia.
Tras el «Sí, acepto», los recién casados tomaron rumbo al lugar de la celebración, uno de los sitios más soñados para la pareja, quienes no cavilaron mucho a la hora de escogerlo, comentan que el Palacio de Aldovea fue un lugar perfecto porque incluía un todo en uno indispensable: buen entorno y comida increíble.
Para ellos fue de importancia que el lugar estuviera cerca de la iglesia, pues no querían que sus invitados pasasen mucho tiempo dentro del coche, relatan que tampoco es de su agrado y tomaron esa decisión por simple empatía.
Radiante con su vestido de novia
Otro de los momentos más esperados por la protagonista es poder lucir su vestido de novia, para Lucía Páramo el proceso de creación fue su parte más divertida, confiesa que le encantaba asistir a probárselo cada mes, así como el de la elección de sus familiares más cercanas como su madre y hermana.
Como influencer este proceso se hace difícil, sobre todo porque sus inicios fueron los de asistente de diseño en moda nupcial, y ese sector fue su predilecto, este acontecimiento influenciaría en grosso modo a la elección de su vestido de novia, lo que a su vez sería algo difícil pues, antes tanta inspiración cuesta decidir uno por sobre los demás.
Terminó tomando a Flor Fuentes como creadora, se trató de un diseño drapeado ajustado, acompañado de una fluida falda que nacía desde las caderas, de sus detalles especiales están el bordado botánico con hilos de plata que adornaban los laterales del vestido.
Estilismo y maquillaje de novia
Uno de los deseos de la novia para este día fue tener una boda libre de ostentación, por lo que los elementos, la decoración y por supuesto su beauty look también debía seguir la misma tónica.
Lucía Páramo se decantó por un look sencillo y de apariencia natural, como en muchas ocasiones se ha proyectado en sus incontables apariciones, una piel mínimamente maquillada, corrector en puntos específicos y por supuesto rubor para acentuar sus pronunciados pómulos.
Pero conseguir el maquillaje de novia que hará sentirte única en tu gran día era todo un reto, sobre todo porque tendría que fusionar lo cotidianamente usado, pero esta vez dejándolo en manos de un profesional, sin dudas es un acierto para un look de novia seguro.
Desfiló con un look superglow con efecto bronceado, un aciertazo para las fotografías del álbum de recuerdos y para ir cómoda en todo el evento.
La boda de Lucía Páramo: cambio de fecha de último momento
Una de las grandes hazañas que tiene la pareja a la hora de casarse es conseguir una fecha idónea para la celebración, porque para ellos todo debe encajar, el reto principal de las pareja era conseguir un sábado disponible y que coincidiera con la iglesia y la finca al mismo tiempo.
Comentan que no tuvieron muchas opciones, uno de los días fue el 20 de julio, día que fue descartado de lleno porque era época de mucho calor, otro de los días disponible fue el 1 de junio, pero inevitablemente coincidió con la fecha de la Champions, lo que suponía ser un día deportivo de relevancia a nivel mundial.
Ante este hecho no quedó más alternativa que adelantar la fecha de la boda entre Lucía Páramo y Pascu al viernes 31 de mayo, afirmando que no quiso quitarle mérito a este día de «sagrada comunión» para todos los fans del futbol. «Al final nos casamos el viernes, y estoy viendo que hay muchas ventajas de elegir este día».